El Susurro de la Luna

Por: Vivi Rodriguez 

       (Woonie Lee)

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Después de meses de sentirse desorientado y solo, Jungkook finalmente había encontrado un ritmo en su vida de soltero.

Al principio, dejar atrás la idea de tener una pareja había sido un desafío; cada rincón de su vida parecía recordarle lo que había perdido. Sin embargo, con el tiempo, descubrió que la soledad no era tan mala después de todo. De hecho, había comenzado a disfrutar de la libertad que venía con ser soltero: Podía hacer lo que quería, cuando quería, sin tener que considerar las opiniones o necesidades de nadie más. 

En las noches, cuando Seúl se sumía en un profundo silencio, podía escuchar el susurro de la luna, su confidente secreta. La luna le hablaba de los misterios del universo y de los secretos de su propio corazón, iluminando su camino con una luz suave y reconfortante, también admiraba las estrellas que le traían paz a su mente.

Mientras caminaba por las calles de Hongdae, el aire fresco y vibrante lo envolvía, y los sonidos lejanos de la música y las risas se mezclaban con el latido de su propio corazón. En esos momentos, sentía que podía hacer cualquier cosa, que nada era imposible. La soledad ya no era una carga, sino una liberación, un espacio para respirar y ser él mismo. 

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Había descubierto cuánto le gustaba admirar el cielo tanto en el día como en la noche, el azul de las nubes le recordaba la tranquilidad en la que estaba viviendo y los luceros en la noche le hacían sonreír, pues nunca nadie podría saber cuán feliz era tan solo con observar el firmamento.

Recorriendo las calles, recordó lo mucho que había empezado a disfrutar de los lugares tranquilos, del olor de la primavera y del sabor de las fresas en los helados. Más importante aún, meditó sobre como se disfrutaba a sí mismo, pasar tiempo a solas no significaba estar solo, significaba estar en su propia compañía, reflexionando, disfrutando de sus pasatiempos, de sus gustos, de sus propios caprichos.

Fue en una de esas noches, bajo el manto estrellado, que Jungkook se dio cuenta de que la soltería no era algo que debía temer o lamentar. Era una oportunidad dorada para descubrirse a sí mismo, para encontrar sus propias pasiones e intereses. Con una sonrisa en el rostro, miró hacia la luna y se preguntó: "¿Qué más tiene reservado el universo para mí?"

Entonces Jungkook dejó de pensar en lo agradable que podía ser la compañía de alguien más, para empezar a disfrutar de su propia existencia. Entendió que no necesitaba de alguien a su lado para ser especial, porque él ya lo era en su propia esencia, en su ser, en su forma de ver a los demás y a la vida. Se dio cuenta de lo valiosa que era la soltería y lo importante de no dejar su felicidad en manos de alguien más. Él llegó a la soltería por malas experiencias y se quedó en ella por elección, porque el universo le enseñó que esa soledad de la que tantos huyen, es un tesoro que no todos saben valorar.