El Gran Recorrido de Harang: Bailando por Colombia

Por: Nasya Maialen Moreno Pereira

Cr: Soto, Hallyu Colombia

En las montañas de Corea, en un poblado muy tranquilo y algo lejano, vivía la familia Lee, conformada por papá Lee, mamá Lee, abuela Lee y Lee Harang, una tigresita joven y juguetona que amaba el baile.

La intrépida Harang era una tigresita revoltosa, amable, con mucha energía, que dividía su tiempo en ayudar a su abuelita en una pequeña librería que tenían en su poblado, bailar cuanta melodía oyese y al mismo tiempo poder recorrer las calles con sus amigos, riendo, jugando y comiendo toda la comida que encontrase en alguna plaza cercana.

Uno de los fuertes de la pequeña tigresita era bailar sin parar todo el día, bailaba desde el tradicional Buchaechum, agitando sus abanicos favoritos en sus garritas junto con sus amigas hasta  sus canciones de K-pop favoritas, mientras su familia aplaudía el talento de su hijita. 

Un día, mientras Harang limpiaba la librería con sus audífonos encendidos, escuchaba ‘Rough’ de GFRIEND a todo volumen, la abuela Lee la llamó:

—¡Harang! Ven aquí pequeña traviesa, tengo algo que mostrarte. – y sacó un libro polvoriento de una de las repisas.

 Harang se acercó curiosa a su abuela, que abrió el libro donde se lograba leer la palabra “Latinoamérica” en letras grandes y brillantes, junto a un enorme mapa que dejó a la tigresita asombrada y aún más interesada, unas tierras a más de 14.000 kilómetros de su casa que ella desconocía del todo.

Al pasar la página, Harang vio unas letras muy curiosas, totalmente desconocidas para ella, ya que solo sabía el coreano y algo del inglés que aprendió en la escuela. Observó que debajo de este nuevo mapa había un disco guardado en un sobre. La abuela Lee, con su curiosa parsimonia lo puso en un pequeño reproductor de video y empezó a sonar algo muy peculiar, tan distinto a lo que Harang solía escuchar.

—Abuela Lee, ¿qué es esta música? ¿Y qué son estos bailes? – Dijo la tigresita moviéndose alegremente al ritmo del video mientras veía a diferentes personas y escenarios. Vió bellas mujeres sujetando unas muy largas faldas llenas de encajes, que revoloteaban al ritmo de la música, en tierras tropicales y llenas de plantas y flores. Tierras de fantasías y magia. Sus faldas agitándose con el ritmo cautivante. –Ah.. mi pequeña Harang, a esa música se le conoce como Cumbia– Anunció la abuela con gran solemnidad, mientras  el video pasaba a otro ambiente: ahora había un grupo de mujeres y hombres bailando al son de unos raros sonidos mientras sus trajes cortos resaltan más sus movimientos fuertes y profundos. –Este es el Mapalé– dijo con una sonrisa nostálgica mientras veía la pantalla.

—Estos son los recuerdos de una preciosa tierra que visité hace muuuuchos años, un lugar donde todo se mezcla, es magia. Imagina que ¡existen al mismo tiempo todas las estaciones del año!…

Harang quedó tan sorprendida y fascinada, que empezó a investigar más de este lugar tan maravilloso. Con gran avidez analizó y aprendió de memoria todos sus bailes, se familiarizó con sus expresiones y  cultura. Pasaba días sentada leyendo, mirando videos en internet y viendo imágenes que solo alimentaban el fuego de su curiosidad.

Agosto llegó. Una de sus soleadas y calurosas tardes Harang estaba calentando para continuar con sus rutinas de baile, cuando su abuela apareció en la puerta con una enorme sonrisa y un pequeño paño que ocultaba un regalo.

—Harang– dijo suavemente– Te he visto estos últimos meses tan enfocada y apasionada por el aprendizaje que deseo hacerte este regalo– Dijo mientras sacaba una máscara color blanco con detalles pintados y tallados a mano. Mí pequeña flor, esto es una máscara inspirada en el Hahoetal,  la cual te permitirá llevar tu baile, tu talento, tu aprendizaje y nuestra cultura, a lugares a los que hasta ahora solo has visto en videos, fotos y descrito en los relatos de los libros que llegan a mi librería. Te confesaré mi pequeña que tuve la oportunidad de ir a esas tierras cuando tenía tus mismos años, fué una experiencia increíble pero muy corta y sé que tú estás lista para vivirla y llegar donde yo jamás logré llegar. Cuando te la pongas tendrás la capacidad de ir tan lejos como el amor que sientes por el baile te permita. Sé que tu destino es mostrarle a los demás lo bello de Corea del Sur. Ahora, dime… ¿estás lista para conocer el mundo que existe más allá de esta pequeña librería? .

—Si abuelita, estoy decidida, quiero que la gente conozca mi cultura y la belleza que tenemos– dijo Harang con una sonrisa mientras tomaba la máscara. Al colocarla en su rostro rozando sus bigotes, Harang empezó a brillar cada vez más fuerte. La tigresita, decidida, le dio un gran abrazo a su abuela y emprendió el viaje que la llevaría a un lugar rodeado de montañas, ríos, océanos y magia. Una tierra que estaba dispuesta a conocer y acoger a Harang junto con su cultura coreana: Harang llegaba a Colombia.

Cr: Soto, Hallyu Colombia.