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Una Noche Mágica con Rocky en Bogotá

  • Foto del escritor: Hallyu Colombia
    Hallyu Colombia
  • 21 nov 2024
  • 5 Min. de lectura

 Desde 'To Be Continued' hasta el Royal House: el viaje emocional de un ídolo y sus fans en una noche inolvidable

Por: Luisa Fernanda Correa

Rocky con camiseta de Colombia y sombrero volteado
Cr: Luisa Fernanda Correa

La noche del 29 de octubre de 2024, Bogotá temblaba con la emoción y expectativa de miles de corazones. Desde temprano, el Royal House comenzó a llenarse de seguidores ansiosos, con las miradas brillantes y los rostros encendidos, todos esperando con ilusión la llegada de Rocky, el talentoso exintegrante de ASTRO, quien por primera vez se presentaba en solitario en tierras colombianas. Para muchos de nosotros, este encuentro significaba más que un concierto; era un sueño largamente acariciado, una oportunidad de ver en carne y hueso a ese chico al que conocimos en 2015, antes incluso de su debut oficial, cuando apareció en la serie To Be Continued junto a los otros miembros de ASTRO.


Aquella serie no fue solo una introducción a su música; fue una ventana que nos permitió ver su esfuerzo, su humildad y su talento natural. Desde ese entonces, muchos quedamos cautivados por su presencia y carisma, que traspasaban la pantalla como un rayo. Verlo en el escenario esa noche en Bogotá era cerrar un círculo, un regreso a aquellos primeros días, cuando Rocky todavía era un aprendiz de estrella, un joven con un sueño inmenso y el talento suficiente para alcanzarlo.


La espera en el Royal House se convirtió en un evento en sí mismo. Los fans, algunos vistiendo camisetas con su nombre y otros en atuendos cuidadosamente preparados para la ocasión, llenaban cada rincón del lugar. En el aire flotaban risas nerviosas, anécdotas compartidas y suspiros de emoción. En ese momento, todos éramos una gran familia, unidos por el mismo amor y respeto hacia Rocky. A medida que pasaban las horas, la anticipación aumentaba, y en los ojos de algunos se veían lágrimas de felicidad, como si aún no pudieran creer que ese día, tan soñado, finalmente había llegado.

Rocky bailando
Cr: Luisa Fernanda Correa

A las 8:00 p.m., las luces se apagaron, y el grito ensordecedor de los fans resonó en todo el recinto. En la oscuridad del escenario, el sonido de los primeros acordes encendió la chispa que todos llevábamos dentro. De repente, Rocky apareció caminando hacia el escenario, caminando atreves de un pasillo con hilos del color de la bandera de Colombia, y el Royal House explotó en aplausos y gritos de bienvenida. Bajo los reflectores, su figura se iluminaba, y él, con una sonrisa cálida y genuina, miraba a sus fans como si cada uno de ellos fuera único y especial.


Para quienes seguimos a Rocky desde To Be Continued verlo esa noche fue un viaje en el tiempo, una experiencia llena de nostalgia y orgullo. La serie, emitida en 2015, fue el primer vistazo que muchos tuvimos de él y de sus compañeros de ASTRO. En aquella época, Rocky ya mostraba su pasión y perseverancia, cualidades que, con el tiempo, se convirtieron en su sello distintivo. Era el chico con un sueño inquebrantable, que no dudaba en practicar una y otra vez hasta lograr la perfección. Esa misma energía se sentía en el aire esa noche. Rocky no solo había alcanzado su sueño, sino que lo estaba superando, y nosotros éramos los privilegiados testigos de su evolución.


Desde el primer acorde, Rocky demostró que cada nota, cada movimiento, estaba lleno de entrega y pasión. Su voz, poderosa y emotiva, resonaba en cada rincón del lugar, tocando lo más profundo de nuestros corazones. Con un repertorio que incluía tanto sus proyectos en solitario como sus creaciones más recientes, Rocky nos invitó a un recorrido por su carrera, como si nos permitiera acompañarlo en cada etapa de su vida. 

Rocky cantando
Cr: Luisa Fernanda Correa

Uno de los momentos más especiales fue la cercanía que mostró hacia sus fans. En múltiples ocasiones, Rocky se acercó al público, que lo recibió con lágrimas en los ojos y sonrisas cargadas de emoción. Desde los bordes de la tarima, buscando conectar con cada persona presente en el auditorio. Con palabras llenas de gratitud y una mirada que irradiaba sinceridad y calidez, logró envolvernos en un abrazo invisible, pero profundamente sentido. En esos momentos, la atmósfera era indescriptible; más que un simple concierto, fue un reencuentro cargado de amor, nostalgia y gratitud compartida.


La sorpresa de la noche llegó cuando las fans de Latinoamérica presentaron un video de HAMO, un proyecto lleno de mensajes de apoyo y amor incondicional para Rocky. A mitad del concierto, el video comenzó a proyectarse en las pantallas, y el ambiente se inundó de emoción. En las imágenes, los rostros de fans de distintos países aparecían uno tras otro, dedicándole palabras de ánimo y recordándole cuánto significa para ellos.


Al ver el video, Rocky no pudo contener su emoción. Entre lágrimas y sonrisas, agradeció con esa calidez que lo caracteriza. Sus palabras llenas de gratitud resonaron en el recinto, y confesó lo especial que era para él recibir tanto amor de un continente que, aunque lejano, siempre lo había acogido con los brazos abiertos. En ese instante, LATAM y Rocky parecían latir al unísono, creando un vínculo que perdurará en el corazón de todos los asistentes.


Cuando el concierto llegaba a su fin, la emoción alcanzó su punto más alto. Nadie quería que la noche terminara, y Rocky parecía compartir ese mismo sentimiento. Tomó el micrófono una vez más para dirigirse a su público, agradeciéndonos por el amor y el apoyo incondicional que ha recibido desde sus primeros días en ASTRO. Con la voz quebrada por la emoción, prometió regresar a Colombia, dejando en el aire una esperanza que encendió aún más los corazones.


La última canción fue un himno de esperanza, un recordatorio de que nunca debemos renunciar a nuestros sueños. Al finalizar, Rocky se despidió con una profunda reverencia, y mientras las luces se apagaban, los aplausos continuaban, como si el cariño de sus fans quisiera detener el tiempo, mantenerlo ahí, con nosotros, un poco más.

Rocky haciendo una reverencia junto a sus bailarines como agradecimiento
Cr: Luisa Fernanda Correa

Salir del Royal House fue como despertar de un hermoso sueño. Sin embargo, todos llevábamos en el corazón la certeza de que esa noche mágica con Rocky no era el final, sino el comienzo de una conexión aún más fuerte. Muchos recordamos aquel chico de 2015, lleno de sueños y talento, sin imaginar todo el amor que llegaría a recibir. Hoy, ese joven se ha convertido en una estrella que brilla con su propia luz, y nosotros seguimos aquí, acompañándolo y esperando con ansias la próxima vez que podamos volver a vivir una noche tan inolvidable.


Rocky dejó una huella indeleble en Bogotá, y su promesa de regresar se convirtió en una llama de esperanza que nos mantendrá a todos esperando.




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