The Dream Show 3: Un verdadero show de ensueño
- Hallyu Colombia
- 27 sept 2024
- 7 Min. de lectura
Por: Mariana Bolivar Valencia.
El 31 de agosto del 2024 estará guardado en mi memoria como un sueño hecho realidad, justo como siempre imaginé que sería ver a mis Dreamies en vivo.
Fotografias: Mariana Bolivar / Susana Bolivar.
Cuando comencé mi aventura con el Kpop, por allá en el 2012, nunca imaginé posible vivir un concierto del género aquí en Colombia, mucho menos de un grupo tan conocido como lo es NCT DREAM y mucho menos en el momento en que ellos fueran mi ultimate grupo del momento.
Si bien no fue mi primer concierto de mi género favorito en el país y no fue mi primer concierto grande, pues también había asistido a los conciertos de NCT 127 y ATEEZ, este tenía un sentimiento y energía diferente; para empezar, iba a ver a mi grupo favorito de todos los tiempos, ofrecieron paquetes VIP con acceso a la prueba de sonido antes del concierto, la cual obviamente compré y lo más importante, iba a ver por segunda vez a mi ultimate bias y segundo ultimate bias del Kpop. Este concierto prometía ser uno como ninguno otro y yo estaba más que lista para vivirlo al máximo.
Tenía algunas preocupaciones previas en temas de salud y luego de mi experiencia en el concierto de ATEEZ, temía sufrir otro ataque de ansiedad en pleno concierto, y no era solo una preocupación mía, todos mis amigos cercanos y familiares me recalcaron que tuviera cuidado en este concierto, pues todos sabían que iba a ser diferente.
La preparación fue llena de emoción y nervios, definiendo a qué hora sería adecuado comenzar a hacer fila para obtener un lugar en barricada, si había algo que teníamos claro con mi hermana era “Si no es barricada no es nada, nos vamos para la parte de atrás” ya que por nuestra estatura sabíamos que era lo mejor. Teníamos nuestros planes definidos de ir a la media noche a confirmar si había ya personas formadas, pero lo que no esperábamos era que antes de esa hora nos avisaran que ya había unas 80 personas en fila y que debíamos correr si queríamos nuestro lugar en barricada.
Por eso, ese sábado 31 de Agosto, llegamos a las 12:30 de la media noche, y para nuestro desconsuelo tuvimos los números 142 y 143. La verdad me sentí frustrada y desalentada y mucho más al enterarme que las primeras personas en la fila eran las NCTzen que venían de otros países y que no respetaron nuestra norma de “no hacer fila antes de las 12”. Nuestra última esperanza era que permitieran la entrada para los clientes movistar black antes que a los demás, sin embargo eso no pasó ya que “ya teníamos un beneficio” de early Access. Aún así no perdimos la fe y mantuvimos nuestra esperanza en tener un buen lugar.
La fila en la madrugada se hizo más amena gracias a un señor que se quedó vendiendo tintos y aromáticas y que en su bicicleta recorría la fila con las canciones de NCT DREAM en su parlante, además de las nuevas amigas que hicimos durante las más de 12 horas que estuvimos formadas.
En la mañana comenzaron a movernos de lugar, siempre haciendo énfasis en que el orden de la fila dependía de nosotros y que el staff del movistar no tenía nada que ver en ese aspecto, por lo que siempre fueron los mismos fans los que se aseguraron de que no se colara nadie y que fuéramos las mismas personas alrededor.
Mi hermana y yo siempre tuvimos que correr al momento de los cambios de lugar de la fila, la primera vez estábamos regresando de la casa luego de bañarnos y cambiarnos y la segunda estábamos comprando nuestro desayuno, afortunadamente siempre logramos llegar justo a tiempo con nuestras entradas. Cuando ya tuvimos nuestro lugar fijo para las horas restantes comenzamos a comer y arreglarnos, y en las primeras horas de la tarde pudimos escuchar la verdadera prueba de sonido de los chicos desde nuestro lugar, ahí comenzó a crecer la emoción y ansiedad porque pude entender que era real, que de verdad ya era el día de ver a mis bebés después de esperar más de 100 días desde el anuncio del concierto.
El momento más emocionante de las horas en la fila fue cuando, durante la prueba de sonido, nos dimos cuenta de que, por primera vez, los lightsticks estaban sincronizados con el máster y por fin íbamos a tenerlos cambiando de color durante las canciones, como siempre habíamos visto en los conciertos en Asia; no lo podíamos creer, en ese momento todos nos miramos a la cara, ojos abiertos y soltando grititos de la emoción.
Cuando por fin entramos al movistar y recibimos nuestro regalo del paquete VIP comenzó la verdadera cuenta regresiva y la ansiedad crecía cada vez más, yo trataba de estar tranquila, respirando lentamente para evitar marearme pero era bastante difícil, a pesar de todo pude controlar las emociones y entrar “calmada” cuando llegó el momento.
Como esperaba, toda la barricada ya estaba ocupada, pero pude encontrar un lugar en la segunda fila donde tenía una buena vista, justo al frente del escenario secundario y desde donde podía ver todo el escenario principal también. Mi hermana, estuvo a unas personas de mi, también en un buen lugar. Todos estábamos sorprendidos por lo cerca que estaba el escenario de la barricada, estábamos a menos de 2 metros.
A las 6:30 pm, comenzó la prueba de sonido para los fans, y yo juro que pasó en un segundo, no podía creer que los estaba viendo de frente, que tenía a mi grupo favorito y que eso era solo una probada rápida antes del verdadero show.
Ellos, a pesar de verse agotados debido al casi nulo tiempo de adaptación que tuvieron, siempre tuvieron su energía arriba, interactuaron con todas las fans que pudieron e incluso posaron para nosotros al final del soundcheck con su pose típica de “kyuu” con su dedo índice sobre su boca y haciendo aegyo. Incluso nos cantaron una parte de su nueva canción “Rains in Haeven” la cual presentaron por primera vez en vivo en Bogotá.
Aunque fue un momento que se sintió irreal y que pasó en un parpadeo, debo admitir que me sentía desconsolada y aburrida cuando terminó, pues a pesar de estar en segunda fila y de tener una buena vista en un principio, no pude ver a los chicos completamente cuando salieron y los fans comenzaron a amontonarse y moverse tratando de ser notados. Estaba considerando irme hacia la parte de atrás y ver el concierto desde allá, pues estaba bastante aburrida y triste a pesar de que en ese momento logré que tres de los chicos vieran un cartel que había llevado para Mark, mi ultimate bias.
Sin embargo, mi hermana había conseguido su puesto en barricada, y cuando notó que yo estaba mal en mi lugar, me pidió ir donde ella estaba, yo le dije “No, no quiero que me mechoneen” porque sé cómo son las fans y su determinación por no perder su lugar, sin embargo, las personas que estaban alrededor de ella fueron súper amables y me hicieron un espacio, no quedé yo en barricada, pero estaba justo detrás de Susa y la chica que estaba al lado de ella hizo lo posible por dejarme una buena vista también desde mi lugar.
Todo mejoró en ese momento, a pesar de que, con la entrada de las personas que tenían boleta general, comenzamos a sentirnos más estrechas y no pudimos sentarnos a descansar en las dos horas que había entre el soundcheck y el show principal; aún así, fue un momento ameno, en el que logramos conversar con las personas que había a nuestros lados y comentar nuestras experiencias en conciertos pasados.
Faltando unos minutos para comenzar el concierto, yo estaba tan estrecha que solo podía levantar el lightstick a la altura de mi cara, por lo que decidí que Susa sería la que grabaría el concierto y yo me encargaría de hacer un poco más de espacio para ella y disfrutar del concierto. Y creo que fue la mejor decisión que tomé ese día.
Cuando por fin dio comienzo el show, ya con el recinto lleno de gente, con toda la energía al tope, fue un momento increíble, los chicos dieron su 100% en absolutamente todas las canciones, siempre interactuando con los fans en los momentos que podían, incluso mientras bailaban, y nunca olvidaré sus sonrisas de satisfacción cuando nos escuchaban corear todas las canciones, esas sonrisas quedaron grabadas en mi memoria de por vida. Aún en este momento, escribiendo sobre mi experiencia 5 días después, mis ojos están llenos de lágrimas al recordar sus rostros iluminados y orgullosos.
En mi momento más delulu, creí haber hecho contacto visual con Jeno, mi segundo bias, en más de una ocasión mientras cantaba con mis ojos brillando por las lágrimas y la emoción y mi cabeza recostada en el hombro de mi hermana, mirándolo fijamente, casi sin parpadear, porque me parecía un sueño estar viéndolo de frente y confirmando que, aunque es hermoso en pantalla, en persona es el triple de lindo.
La mitad del concierto la pasé con mi corsé desamarrado, la multitud constantemente moviéndose y empujándome hacían que los cordones se aflojaran y al final decidí no darle más importancia y solo disfrutar, luego podría amarrarlo bien, cuando no tuviera a cientos de personas a mi alrededor, tratando de pasar adelante y con sus manos sobre mis hombros y cabeza.
Para el final del concierto, cuando estaban dando sus discursos de despedida, una persona que estaba en barricada, justo a dos personas de nosotras, comenzó a vomitar, lo que hizo que ella y su amiga, una chica de más de 1.70cm de estatura y bastante robusta (a la que todas las personas le pidieron que se agachara un poco y no quiso), se salieran de la multitud, haciendo un espacio para mi en la barricada, fueron solo 10 o 15 minutos, pero puedo afirmar que fueron los mejores minutos de toda la noche.
En ese momento, sin la preocupación de tener que sostenerme para tener una buena posición, sin tener que pelear con las personas que tenían sus brazos a mi alrededor, sosteniéndome de la barricada, teniendo una vista completa del escenario y escuchando el discurso final de Mark, me permití soltar las lágrimas retenidas durante todo el concierto, lloré como una magdalena mientras escuchaba las palabras más hermosas, y luego con la canción que, desde que la escuché por primera vez, me ha hecho llorar en cada ocasión.
En ese momento pude grabar mi propia fancam, pude tomar mis propias fotos y pude disfrutarlos al 100%, mucho más de lo que pude hacerlo durante el souncheck y el concierto. Esos 10 o 15 minutos marcaron mi noche, mi vida, mi sentimiento como NCTzen y pude confirmar que, efectivamente, NCT DREAM son diferentes para mi, son mi ultimate group, son mis bebés, son mi hogar, mi lugar seguro y que volvería a amanecer en una fila de más de 12 horas, comprar la boleta más cara sin importar nada más que verlos de nuevo, ver sus sonrisas, sus ojos brillantes, su energía, por ver lo lindos que se comportan con las fans y por escucharlos decir que fue uno de sus mejores conciertos y que volverán, así sea algo que digan en cada país que visitan.
Volvería a hacer todo y más solo por ver una y otra y otra vez a mis Dreamies, a mis bebés.
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