BOGOTÁ: LA TIERRA DE LAS ÚLTIMAS OPORTUNIDADES
- Hallyu Colombia
- 21 mar
- 3 Min. de lectura
Por: Nasya Maialen Moreno Pereira
Bogotá, nuestra capital, es una ciudad que refleja diversidad. Llena de habitantes provenientes de distintos rincones del país y del mundo, tal como es proyectado en esta película. Cuando decidí ver "Bogotá: tierra de las últimas oportunidades" supe que, para disfrutarla, debía ponerme en el lugar de un espectador deseoso de conocer la ciudad a través de los ojos de un coreano.
En esta cinta, vemos a la capital desde los ojos de Kook-Hee o "Kookie" para los amigos, un joven que, por una crisis económica, deja su natal Corea y llega estas tierras con su familia de manera temporal, con la intención de partir pronto hacia Estados Unidos. Mientras tanto, consigue trabajo cargando mercancía en San Andresito para otro compatriota, el Sargento Park, donde nuestro protagonista se adentra en un mundo oscuro del que hemos escuchado y del cual sabemos que no siempre hay regreso.

Desde el principio, la cinta nos sitúa en zonas, barrios y sectores con los que algunos están familiarizados, como San Andresito (gran proveedor de conjuntos de ropa en diciembre), la Candelaria como eje central e incluso Modelia. Para los ojos de los ciudadanos conocedores, es evidente que algunos sets están tan bien armados que reflejan el ambiente comercial de la zona. Sin embargo, encontramos algunas excepciones, como una escena donde un comerciante lleva sus mercancías en un burro, algo que es poco común en la ciudad, o la presencia del Transmilenio, pues en la época en la que se desarrolla la historia aún no formaba parte de la ciudad.
Con los personajes, empecé a sentir una especie de simpatía, incluso si muchas de sus acciones no eran buenas, me sacaban alguna risa por las cosas que decían, como por ejemplo, el sargento Park explicando que su esposa colombiana era la que mandaba en el hogar, cosa con la cual estoy 100% de acuerdo.

Kook-Hee es un personaje muy interesante, que refleja la historia de cualquier inmigrante: un joven obligado a irse de su país y empezar desde cero, donde nadie entiende su idioma natal, mientras su padre se ve consumido por las apuestas y frecuentando lugares que no son del todo buenos, pero viendo "consuelo" e incluso una figura paterna en el Sargento Park. Encuentra en ellos ese lado coreano que quizás era su refugio, además de Soo-Young y otros amigos que, a pesar de entrar en el mundo del contrabando, lo hacen sentirse querido.
Nuestro protagonista se ve introducido al contrabando debido a una necesidad económica y, gracias a su nuevo círculo, que comienza a ver como familia, se sumerge en la codicia, deseando y alcanzando aquella "zona 6" que el sargento Park le mencionó, haciendo que poco a poco vaya dejando de ser el personaje que vemos al inicio. Además, comienza a escalar su propio lugar entre su "familia" y en los negociantes de la zona, mejorando su estilo de vida y el de su madre, pero también llevándolos a nuevos problemas.

Considero que es una película bastante buena, a pesar de mi recelo por la relación del contrabando y Colombia, en ella se desarrolla bien la historia, dándonos una perspectiva que quizás muchos no teníamos sobre lo que es la migración y cómo los vínculos pueden llegar a corromper a un hombre, como le sucedió a nuestro protagonista. Por otra parte, Son Joong-Ki hizo una actuación asombrosa, su desarrollo del personaje fue magistral, la transformación de un simple trabajador a ser considerado uno de los jefes del lugar es un proceso que te cautiva a tal punto que te impide alejarse de la pantalla, al igual que la actuación de todos los demás actores, tanto coreanos como colombianos, que estuvieron presentes en el filme.

Quiero darles un enorme reconocimiento a todos y cada uno de los intérpretes colombianos que fueron participantes de esta cinta, como Fabiana Medina, la esposa del sargento Park, o Fernando Alberto Lara Zabala, quien me asombró y generó miles de emociones en su papel como el comerciante Alejandro, amigo, aliado y finalmente enemigo. Sin duda, una película llamativa, divertida y sorprendente que no te puedes perder.

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