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Si la vida te da mandarinas... aprende a pelarlas antes de que se pudran

  • Foto del escritor: Hallyu Colombia
    Hallyu Colombia
  • hace 8 minutos
  • 5 Min. de lectura

Una serie que, como la vida, a veces duele, a veces ríe, pero siempre enseña—sobre madres, ciclos y mandarinas que no esperan.


Por: Juliana “Nana” Rodríguez


Ilustración original para Hallyu Blog, sobre el drama coreano  Si la vida te da mandarinas.
Cr: KeyelArt

En un panorama saturado de K-dramas que a menudo se inclinan hacia la fantasía o el melodrama, Si la Vida te Da Mandarinas destaca como una obra que se atreve a explorar la complejidad de la vida real. Dirigida por Kim Won-seok (My Mister) y escrita por Lim Sang-choon (When the Camellia Blooms), la serie se desarrolla en la isla de Jeju y sigue la vida de Ae-sun, una joven con aspiraciones artísticas, a lo largo de seis décadas. 


El título del drama fuera de Corea, Si la Vida te Da Mandarinas,  no es solo una referencia directa a la fruta emblemática de la isla de Jeju, sino una metáfora agria y brillante sobre la vida misma: impredecible, dulzona a veces, pero también amarga y difícil de digerir, porque en esta serie —como en la vida— no basta con recibir lo que llega: hay que aprender a trabajarlo, entenderlo y, si es necesario, dejarlo ir antes de que duela más de la cuenta. Esta filosofía se refleja también en la estructura narrativa del drama, dividido en cuatro partes que siguen el ritmo de las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Cada una marca un momento vital distinto para Ae-sun y su familia, desde los brotes de rebeldía juvenil hasta el ocaso y frío del final de la vida. Esta organización estacional no solo guía el crecimiento de los personajes, sino que pone en paralelo el paso del tiempo humano con los ciclos de la tierra, sugiriendo que toda vida, como toda fruta, tiene ciclos y temporadas. 


Cr: Netflix

Primavera: Semillas de rebelión


La historia comienza en la década de 1960, en una Corea que aún se recupera de la guerra. Ae-sun (interpretada por IU) es una joven con aspiraciones de convertirse en poeta, mientras su madre, Jeon Gwang Rye (Yeom Hye-ran), trabaja incansablemente como haenyeo, una buceadora tradicional de Jeju. La relación entre madre e hija está marcada por el sacrificio, la incomprensión y el deseo de un futuro mejor. Gwang Rye, agobiada por las deudas y las responsabilidades, ve en Ae-sun tanto una esperanza como una fuente de preocupación. Su amor es silencioso, expresado en acciones más que en palabras, y su deseo es que su hija no repita su destino.


La cinematografía en esta sección es notable, con escenas que capturan la belleza natural de Jeju, los amarillos campos de colza y el amado y odiado mar que dependiendo de las emociones y situaciones de los personajes aparece calmado o turbio y amenazante. En la nota negativa, algunos críticos han señalado que el ritmo puede ser lento y que la narrativa a veces se siente dispersa. A pesar de ello, la actuación de IU aporta una autenticidad que mantiene el interés del espectador. De hecho, la mismísima IU, en una entrevista, comentó sobre la tendencia de los jóvenes a ver los programas en velocidad x2  y pidió que a la serie se le viera a velocidad normal para lograr apreciarla verdaderamente. 


Verano: La calidez de la madurez y la maternidad


A medida que Ae-sun crece, la serie explora su transición a la adultez y la maternidad. IU, conocida por su carrera musical y papeles anteriores, sorprende al interpretar no solo a la joven Ae-sun, sino también a su propia hija, Geum-myeong. Este doble papel resalta la conexión entre generaciones y cómo los patrones familiares se repiten o se rompen. Ver a IU en el rol de madre añade una capa de profundidad a su actuación, mostrando su versatilidad y madurez como actriz.


La relación entre Ae-sun y su esposo Gwan-sik (Park Bo-gum) es central en esta parte. Su amor, aunque silencioso, es constante y se manifiesta en pequeños gestos cotidianos. La serie destaca cómo las relaciones pueden ser profundas sin necesidad de grandes demostraciones, con la simplicidad de un roce de manos o una pinza de cabello basta. Así también se muestra al amor como una fuerza estabilizadora en medio de las dificultades.


El mar se vuelve un elemento narrativo, aún más importante, que refleja los contraste de la temporada como lo son las tormentas veraniegas y la calma apacible, dejando momentos memorables y de gran belleza visual. 


Cr: Netflix

Otoño: Vientos de reflexión


En la etapa otoñal de la vida de Ae-sun, la serie se adentra en la relación entre ella y su hija Geum-myeong pero también aporta un panorama de las brechas sociales y culturales de la época, como la desigualdad de género y las limitaciones impuestas por la sociedad. En una escena significativa, Ae-sun gana las elecciones para presidenta de clase, pero el puesto le es arrebatado y otorgado al hijo de un general, reflejando las barreras que enfrentaban las mujeres en esa época.


Por su lado el personaje de Geum-myeong, también interpretada por IU, representa una nueva generación de mujeres que, aunque enfrentan desafíos similares, tienen más oportunidades y libertad para tomar decisiones. Es así como la serie muestra cómo las experiencias y sacrificios de las generaciones anteriores influyen en las decisiones y perspectivas de las nuevas generaciones.


Con tonos más naranjas y una iluminación suave para reflejar la introspección, la cinematografía nos permite entrar en la sensación de nostalgia pero que acarrea y acentúa la lentitud de las tomas por lo que algunos espectadores han señalado que la narrativa se convierte en algo predecible y hay ciertos personajes secundarios que no están suficientemente desarrollados.


Cr: Netflix

Invierno: El frío del final 


La última parte de la serie aborda la vejez de Ae-sun y su reflexión sobre la vida. La narrativa se centra en cómo las decisiones tomadas a lo largo de los años han moldeado su vida y la de su familia. La serie concluye con una nota de esperanza, mostrando que, a pesar de las dificultades, es posible encontrar paz y satisfacción en la vida.


La dirección y la cinematografía en esta sección son particularmente destacables, con escenas que capturan la quietud y la belleza de la vejez. La música y el diseño de sonido complementan perfectamente el tono melancólico y reflexivo de esta parte.


Cr: Netflix

Pelando mandarinas


Si la Vida te da Mandarinas es una serie que, a pesar de sus imperfecciones, ofrece una mirada sincera y conmovedora sobre la vida, el amor y las relaciones familiares. Es una serie que combina momentos de humor con situaciones desgarradoras. A través de la vida de Ae-sun y su familia, nos muestra que la existencia puede ser dura, pero también está llena de pequeñas alegrías y resiliencia. Es una invitación a reflexionar sobre nuestras propias relaciones familiares y cómo enfrentamos los desafíos que la vida nos presenta.


En definitiva, esta serie es un recordatorio de que, cuando la vida nos da mandarinas, lo mejor es aprender a pelarlas antes de que se pudran.


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©2024 por Hallyu Colombia

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