Los frutos de una historia compartida
- Hallyu Colombia
- 6 ago 2024
- 5 Min. de lectura
Los frutos de una historia compartida
Por: Laura Daniela Tapiero
La ola coreana, conocida como Hallyu, ha estado aumentando su popularidad en los últimos años, desde el K-pop hasta los dramas son algunos de los ejemplos más evidentes de cómo ha influenciado la cultura coreana en occidente. Años atrás era improbable pensar en todo el impacto que tendría un país asiático en este lado del hemisferio y no por falta de talento en múltiples áreas, sino por la americanización que había dominado en el mundo. Era casi imposible pensar en otras culturas diferentes a las estadounidenses o europeas teniendo la misma popularidad e importancia global. Ahora sabemos que es posible, ya sea con la influencia asiática o latina extendiéndose en los continentes, con representaciones pluriculturales entrando en el cine o en la televisión, o la popularización que se dan en redes sociales.
Sin embargo, la fama y las tendencias no han sido el inicio de la historia entre Colombia y Corea, más bien hay un trasfondo mayor que puede ser orgullo para ambas naciones, ayudar en momentos difíciles, creando relaciones bilaterales que han florecido por las décadas compartidas, pero que, sobre todo, han sentado bases sólidas para mantenerse a lo largo de los años.
La semilla plantada fue en un campo de guerra de una Corea devastada por la división de un pueblo que había sido atropellado. Colombia fue un apoyo militar cuando está guerra estaba en pleno auge, sin importar los motivos que alentaran a aportar, la realidad es que esta acción marcó el inicio de más de sesenta años de relaciones diplomáticas, económicas, educativas, militares y culturales. Ambas naciones durante ese periodo tuvieron que superar dificultades internas y desarrollos distintos, que han hecho que el aporte de Corea sea mayor que el de Colombia, pero que se siga manteniendo a pesar de ello. Actualmente, las relaciones y negociaciones permanecen, y poco a poco van en aumento, aspecto evidenciado en el interés de Corea por ser Estado Asociado en la Alianza del Pacífico, del que hace parte el país suramericano.

Aun así, esa solo es una de las facetas que han unido nuestras naciones. El otro, es el Hallyu, un capital humano que ha sido importado a muchas partes del mundo, creando un negocio que también llega a tierras colombianas a través del consumo. Con su transcendencia en el país ahora es común escuchar música coreana en la radio, ver personas con photo cards en el transporte público, encontrar academias de danza inspiradas en los métodos coreanos, leer literatura coreana o encontrar a los K-dramas encabezando las listas de popularidad en las plataformas de streaming. Corea es un fenómeno cultural y artístico que cubre el mundo entero, incluyendo a nuestra nación, creando no solo un aumento en su consumo, sino también un estilo de vida que influye a muchos colombianos.
Las series coreanas o más conocidas como K-dramas se han ganado su lugar poco a poco durante más de una década en el país cafetero. Con su aceptación y difusión, los estilos de vida, moda y cultura coreana se han esparcido entre parte de la población joven colombiana; quienes en algunos casos llegan a idealizar a Corea debido a las versiones embellecidas, inocentes y romantizadas, además de los ideales morales confucianos del país, que se suelen exponer en las series.

Igualmente, la gastronomía del país oriental ha ganado reconocimiento entre los locales, cada vez es más común encontrar restaurantes que vendan comida coreana, desde los platos más tradicionales hasta los más callejeros, muchos de estos negocios traídos al país por personas originarias de Corea, quienes han logrado mostrar este tipo de preparaciones para diversos comensales de todas las edades, diversificando el público que tiene acercamiento a su cultura.
Muchos jóvenes colombianos han tenido contacto con la ola coreana, ya sea a través de la música, el idioma o la tecnología. Esta población al tener intereses compartidos, ha formado círculos sociales donde comparten su aprecio por el Hallyu, lo que los lleva a invertir su tiempo, esfuerzo y dinero en hobbies, proyectos o negocios creados a partir de sus gustos por la cultura coreana

Empezando con el aumento de conciertos K-pop en escenarios locales, con grupos de todo tipo de alcance que visitan la nación para deslumbrarnos con su asombroso talento, ya sea en teatros o arenas. Es evidente que Colombia está dándose a conocer como una parada de peso para estas giras y aunque el camino aún se está construyendo, es prometedor observar empresas como SM Entertainment trayendo a sus artistas al país.
Con la música no solo llegó un gusto musical compartido y en tendencia, sino también lo hizo el baile y el canto, artes que los jóvenes llevan años desarrollando en Colombia, ya sea a través del Dance Cover, los concursos, los estímulos del estado, las academias o los artistas independientes que hacen su música inspirándose en el K-pop. Detrás de todo ello hay trabajo duro de muchas personas que fueron construyendo el puente para que ahora exista un reconocimiento mayor a la disciplina y gustos asiáticos que los jóvenes adoptaron por el arte Hallyu para adaptarlo a un arte local.

El estilo de vida no solo se termina adoptando a través de las diferentes competencias artísticas y su consumo, sino también a partir de estándares de belleza o autocuidado, aspecto evidenciado con la reconocimiento que ha tomado el K-beauty y el Skin Care en el país, popularizado por las series y los idols, enseñando un sector que comienza a ver su crecimiento de mercado en Colombia. Las redes sociales son quizás la mayor influencia del impacto y concientización sobre la importancia del cuidado de la piel, el cual era antes poco atendido y, por ende, monopolizado por empresas extranjeras, sobre todo norteamericanas y europeas. Ahora, con el aumento de la demanda de productos es común ver a marcas colombianas trabajando en sus propias líneas de Skin Care para poder competir en el mercado e incluso poder traerlo desde el exterior a precios más accesibles. La reputación del K-beauty es una de las mayores razones por las que atrae a compradores en el país, ya que este se dio a conocer por su buena calidad, atractiva imagen y diferentes rangos de precios, los cuales han hecho que se abrieran emprendimientos colombianos de venta de estos productos coreanos, aumentando la tendencia de consumo poco a poco. De esa forma, se abarca todo un sector comercial desde diferentes estrategias y productos, apoyando tanto el producto nacional como el internacional, sobre todo al emprendedor local que los vende.

Al final, ¿quién hubiera pensado hace décadas la influencia que tendría un país asiático sobre Colombia? A pesar de la historia compartida, por mucho tiempo esta historia fue cayendo casi en el olvido por parte de la población colombiana. Hoy, gracias a la popularidad de Corea en el mundo, traemos a reconocimiento y conmemoración la historia pasada, a la par que también celebramos la historia conjunta que se está creando gracias a su influencia cultural en el país. Hoy, los jóvenes construyen sus sueños e intereses alrededor de un entorno social en común, desde el arte hasta el emprendimiento tiene lugar en lo que está construyendo el Hallyu localmente, algo que esperemos florezca en bellos proyectos y hermosos recuerdos.
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